Si alguna vez has sentido ese hormigueo en el labio y al poco tiempo ha aparecido una pequeña ampolla, ya sabes de qué hablamos. La calentura labial, también conocida como herpes labial, es esa invitada inoportuna que aparece en el peor momento y que, aunque se va, siempre amenaza con volver.
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Qué es exactamente una calentura labial
Es una infección causada por el virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1). Puede que lo hayas contraído hace años sin darte cuenta, porque se transmite con facilidad a través del contacto directo con la piel, besos o incluso compartiendo objetos como vasos o toallas. Una vez que el virus entra en tu cuerpo, se instala en los nervios y puede permanecer ahí en estado «dormido» durante mucho tiempo. Pero cuando menos te lo esperas, despierta y aparece en forma de ampollas dolorosas en los labios o alrededor de la boca.
Por qué salen las calenturas labiales
El herpes labial no se activa porque sí. Hay ciertos factores que pueden hacer que el virus salga de su escondite y cause esa molesta calentura:
- Estrés y cansancio: si estás agotado o pasando por momentos de mucho estrés, tu sistema inmunológico se debilita y el virus aprovecha la oportunidad.
- Fiebre o enfermedades: cualquier bajón en las defensas puede hacer que el herpes se reactive.
- Exposición al sol: los rayos UV pueden ser un detonante, por eso muchas personas notan que les aparece después de un día en la playa o la montaña.
- Cambios hormonales: en mujeres, la menstruación o los cambios hormonales también pueden influir.
- Frío y resfriados: el invierno y los cambios bruscos de temperatura pueden favorecer su aparición.
Cómo reconocer un herpes labial
Antes de que aparezca la ampolla, suelen notarse hormigueo, picor o ardor en la zona afectada. Luego surgen pequeñas vesículas llenas de líquido, que se rompen y forman costras antes de curarse por completo. Todo este proceso puede durar entre 7 y 10 días.
Cómo tratar una calentura en los labios
No hay una cura definitiva para el herpes labial, pero sí formas de aliviar los síntomas y acelerar la curación:
- Usar cremas antivirales (como aciclovir o penciclovir) desde los primeros síntomas puede ayudar a frenar su avance.
- Evitar tocar o rascar la lesión, ya que podrías extender el virus a otras partes del cuerpo o contagiar a otras personas.
- Aplicar bálsamos labiales con protección solar, especialmente si la exposición al sol es un desencadenante en tu caso.
- Reforzar el sistema inmunológico, manteniendo una alimentación equilibrada, descansando bien y reduciendo el estrés.
Si las calenturas aparecen con mucha frecuencia o se vuelven muy molestas, es recomendable consultar con un médico, ya que existen tratamientos antivirales en pastillas que pueden reducir la frecuencia y gravedad de los brotes.
Aunque el herpes labial es molesto, la buena noticia es que en la mayoría de los casos se cura solo en pocos días. Eso sí, mejor prevenir que tener que lidiar con él cada cierto tiempo.